Cuando dejamos que nuestra luz emerja del corazón, es cuando compartimos eso tan especial, que tiene sentido cuando se comparte, las emociones.
Muchas veces es un reto compartir las emociones que uno tiene en su corazón, que pero de alguna manera todos lo hacemos a diario, en instantes somos capaces de abrir nuestro corazón y expandir nuestros sentimientos para compartirlos con los demás, que en el fondo eso es lo que le da sentido a la vida.
Cuando cooperamos emocionalmente somos capaces de transformarnos a nosotros mismos, a las situaciones e incluso a los demás, es algo que no siempre es positivo, pero si lo hacemos de manera consciente, es decir, poniendo luz es la manera de evolucionar de forma natural.
Siempre en los procesos de despertar, necesitamos conectar con nuestra consciencia, en un primer estado lo que nos cuesta más es aceptar, por qué nos cuestionamos nuestra propia ceguera ante la realidad, una vez aceptamos donde estamos, debemos dejar fluir con libertad nuestra consciencia, dejemos influenciarnos por nuestra voz interna, aquella que sabe la verdad sobre nosotros mismos. Tomar la decisión de cambiar y transformar nuestro estado emocional, no es algo que se haga una sola vez, es un proceso diario, donde nos ponemos al servicio de nuestra consciencia para que nos muestre el camino de la luz.
Es día de abrir nuestro corazón, dejando fluir las emociones en forma de luz para transmitir a todos y cada uno, el amor incondicional. Hagamos consciente nuestro espíritu solidario, cuidemos nuestras emociones, cuidemos de nosotros mismos y a los demás. Tomemos la decisión consciente y sabia de abrir nuestra luz y mostrársela a los demás desde lo más puro de nosotros mismos, desde la consciencia y el corazón.
Ilumina tus emociones desde el corazón, yo soy otro tú.
Sol Cristal Amarillo, kin 220 (22 de Febrero 2015)
Espejo Magnético