Respecto a las emociones, nos sentimos muchas veces como bebés, expresando lo que nos pasa, a través del llanto, los gestos, movimientos y expresiones básicas, para que alguien nos atienda. ¿A quién buscamos?
Inconscientemente, buscamos esa energía materna que nos mime, tranquilice y abrace, meciéndonos en un vaivén de cariño, que nos calma y relaja.
Pero que pasa cuando crecemos… ¿dejamos de comportarnos como bebés emocionales?, reflexionando esta pregunta, me cuestiono que ha pasado en mi vida, que aún necesito esos cuidados maternales, que quedaron guardados en mi memoria y a los que recurro en casos de desesperación.
La relación que establecemos con la energía de la Madre, es esencial para nuestro sano desarrollo como seres humanos, en sincronía con lo natural. Crecemos y nos separamos de esa energía, creemos que la hemos superado, aprendemos a no necesitarla y en muchos casos, simplemente lo guardamos en un espacio muy profundo de nuestro corazón, para evitar que nos haga daño.
Recuperar la energía de la Madre, nos ayuda a sanar los patrones emocionales que mal nutren nuestro amor, hacia todo lo que nos rodea. Pero no estamos hablando de personas, estamos hablando de energía, te estoy hablando a ti, de la energía femenina que recorre parte de tu ser y a la que en muchos casos, le has dado un lugar secundario.
Nuestra esencia femenina, tanto en hombres como en mujeres, redescubre en nuestro interior a ese bebé olvidado que somos, a ese niñ@ emocionalmente golpeado, que pide a gritos, salir de esa prisión para poder manifestar su verdadera presencia y fluir con la vida en orden con su divina naturaleza.
Hoy, el dragón como buen guardián de la memoria, nos recuerda que somos bebés puros en esencia, nos expresa su amor maternal, conduciéndonos por el camino de la sanación y purificación emocional, nos ancla en la tierra, para que sintamos el amor de Gaia, siempre dispuesta a acompañarnos en este viaje de reconexión con lo que realmente somos.
Hoy es día de recuperar esos instintos primarios, que ahora debemos nutrir conscientemente con el amor que guardamos en nuestro corazón.
Yo nutro mi ser conectando con el corazón de la Madre Tierra, yo soy otro tú.
Dragón cósmico rojo, kin 221 (23 de Febrero 2015)
Espejo Magnético