Onda Encantada de la Noche
La idea de vivir en este mundo profundamente es permitir que el mundo desaparezca para convertirte en esencialidad. Cuando aceptas dejas de luchar, dejas de dividir tu energía para permitir que se haga una en tu interior, desaparece el conflicto y la liberación de la energía se convierte en fuerza curativa.
Sintonizar con la esencialidad es disolver carencias y enfermedades físicas, mentales, emocionales y espirituales. Iniciamos el proceso en el cuerpo físico porque es lo más cercano, así que cuando algo vaya mal siente intensamente “tal es la naturaleza de las cosas” y acéptalo.
La aceptación no tiene que ver con expresiones como “no me queda más remedio”, “es lo que hay”, “me rindo”,… con el tiempo todos acabamos aceptando de una manera u otra. Tendemos a creer que las cosas han de ser diferentes de cómo están ocurriendo, nos preocupamos porque en el fondo queremos imponer nuestras ideas a la naturaleza y a la vida, y eso no es aceptar.
Cuando no permitimos ni aceptamos que contra ella no se puede hacer nada, nos encerramos en lo que nos gustaría, en deseos ficticios y enfermamos. Si no aceptamos que las cosas se mueven y cambian, seguimos esperando contra toda esperanza y eso te aleja de la verdadera abundancia, te aleja de la esencialidad; los deseos basados en carencias nos conducen por el camino equivocado.
Simplemente comprende que sólo debes mirar las cosas tal como son, lo más conscientemente posible y entenderás que la abundancia es aceptación con el corazón completamente abierto a lo natural y esencial.
Onda encantada de la Noche, 13 días para fortalecer tu yo esencial y sintonizar con los deseos verdaderos, aquellos que te producen sanación y alegría para Ser Abundante y rico en Amor y Luz.
Quisiera ser…
Quisiera ser el Mago aquél que desprograme esas creencias que hay en ti de que no vales, que no mereces la abundancia y la alegría, y que has venido aquí a sufrir día tras día.
Quisiera ser un borrador tan contundente, que borre cada telaraña de tu mente, y colocar en su lugar esa certeza que te recuerde tu valía y tu grandeza.
Quisiera ser la “no verdad”, la “no sentencia”… solo el latir hondo y vital de la existencia, para infiltrar tu corazón de algarabía al escuchar esa celeste melodía.
Quisiera ser ese poema tan perfecto que te haga ver que eres de Dios su hijo dilecto, y que él te dio la epifanía de sus dones, pero esta en ti abrirte a tantas bendiciones.
Quisiera ser esa expansión acelerada que logre en ti fundir el todo con la nada, y al activar un cuerpo que no deja huellas, puedas viajar aún más allá de las estrellas.
Quisiera ser la luz más pura de mi esencia y así llevar su resplandor a tu presencia, para que sepas, tú, que dudas y elucubras: ¡la misma luz aguarda en ti que la descubras!
Jorge Oyhanarte
