Onda

Lo Veo, lo Creo y lo Vivo

Onda Encantada del Águila

Iniciamos un nuevo ciclo de 13 días, lo que llamamos onda encantada, y en esta ocasión el sello maya del Águila es el propósito a tener en cuenta.

Para sincronizarnos con nuestra esencia más natural, el Tzolkin Maya nos acerca a la naturaleza colocándola como un espejo donde podemos reflejarnos, así conectando directamente con el modelo existente es mucho más fácil entender como gestamos nuestra vida.

El Águila:
Es un animal magnífico, esbelta, fuerte, poderosa, maternal, rápida, intuitiva y con gran agudeza visual. Su movimiento es el vuelo y su hábitat el cielo, aunque nunca desconectada del mundo terrestre. Sólo con cuatro trazos de su personalidad y habilidades ya podemos intuir cuanto de nosotros se asemeja a ella, potenciar esas cualidades en nosotros es el trabajo propuesto para estos días.

La reflexión y la paciencia encajan con esta energía, sobrevolar los problemas puede ser la manera de resolverlos, a no ser que lo hagas para darle vueltas y vueltas sin decidirte a tomar la acción o, que viene a ser lo mismo con el propósito de entretenerte por miedo a moverte.

Se paciente, observa y reflexiona en la medida que necesites, conecta con tu corazón, siente hacia donde quieres ir, que necesitas o deseas y no te enredes. El momento siempre llega, entonces lo verás con claridad.

En esta onda encantada:

La visión cielo del águila es necesaria, lo que llamamos perspectiva o mover el foco de visión para obtener diferentes miradas, porque muchas veces nos obcecamos con las cosas y no somos capaces de ver más allá de nuestras ideas, pensamientos y emociones.

Sólo debemos abrirnos a la posibilidad de que hay muchas formas de hacer las cosas, de enfocarlas y dirigirlas, existen otros caminos a desarrollar y muchas versiones u opiniones de lo mismo.

Por eso debemos potenciar la confianza en nuestra intuición y ser más creativos y abiertos en nuestras estrategias, dándonos la oportunidad de mover la energía sin miedo.

Otra cualidad a tener en cuenta a lo largo de este ciclo es la acción rápida y certera.

La paciencia nos ayuda a generar la estrategia, pero cuando lo tenemos claro hay que actuar.

El águila se mueve como una flecha, se lanza con un propósito, otra cosa es si al final consigue su objetivo o no, ella no se culpa de sus errores sino que vuelve a intentarlo.

¿Porqué no somos capaces de dejar pasar las cosas?, si seguimos pensando en lo que hemos hecho mal o en que no lo hemos conseguido, sólo conseguiremos alimentar nuestra culpa y como consecuencia sentirnos fracasados, desde ahí difícilmente podremos rehacer la estrategia y empezar de nuevo.

La visualización creativa del Águila nos ayuda generar la imagen en nuestra mente, pero para que ésta se manifieste no podemos dudar, debemos creer en ella. Confiar en nosotros no nos evita errores pero da fuerza a nuestra autoestima para poder superar cualquier cosa y nos muestra para bien o para mal que nuestro poder de crear es verdadero.

Ten claro lo que quieres, valora cual es la mejor estrategia, gesta mentalmente los pasos, visualízalo con firmeza y actúa. No te preocupes por los resultados, ocúpate de ser responsable con lo que creas y quieres llevar a cabo, hazlo con amor, sin perjudicar a nadie y dando la mejor versión de ti. Los resultados son consecuencias de la intención que le pones.

A lo largo de este ciclo vamos a coger al Águila como modelo, para conocer un poco más cómo actuamos delante de las experiencias que nos propone la vida. Promover la mente creativa, la observación global y la paciencia nos ayudarán a actuar de una manera más certera. Es momento de dejar el miedo a un lado y ser más osados en nuestras acciones.

Ingrid de Manuel Guasch

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