Onda

Yo Soy Tú

Onda Encantada del Espejo

Iniciamos la trecena del espejo recordándonos  que “Yo soy tú”, que nada de lo que nos rodea es ajeno a nosotros, que todo lo que vivimos se ve reflejado en nuestra realidad a través de escenarios, actores y guiones que no tienen otra intención que mostrarnos lo que somos en estos momentos, nuestros comportamientos, actitudes, deseos y necesidades

Reconocerlos forma parte del juego vital que nuestro ser ha escogido para nuestra mejor evolución.

Dos sentimientos Amor o Miedo, no hay más, ¿con cuál te conectas?…

El proceso de reconocimiento nos sitúa en una posición de igualdad delante de las circunstancias que vivimos.

Conectar con la verdad de nuestras creaciones nos da la oportunidad de transformar la obra teatral por completo para entender el contexto en el que nos movemos, porque detrás de la apariencia se muestra la esencia, y con ella nuestros miedos y debilidades que resguardamos a toda costa para no ser heridos.

Yo me escondo, me refugio igual que lo hace el otro, el miedo a ser tocado, ser herido, ser abusado nos atormenta y nos pone en alerta… y desconfiamos, nos separamos.

¿Qué es real? 

  • Que somos dioses es real, que solo hay una energía, que somos lo mismo.
  • Que si te duele me duele, si me hieres te hieres, si te ataco me ataco, si a la tierra le duele nos duele a todos; nos duele lo que sufre el otro sin que nos demos cuenta porque somos uno.
  • Que yo soy tú, que tú eres yo.
  • Que somos luz en cuerpos humanos, que venimos a recordar que cada pensamiento crea, cada sentimiento crea, lo que hables, lo que sueñes, todo crea, todo se crea, lo creamos, Co-creamos. 

A lo largo de 13 días:

Recuerda, todo comienza con un pensamiento, con un sentir de Amor o Miedo, y eso se convierte en Real, porque así lo creamos, porque así lo vivimos… y lo vemos reflejado a nuestro alrededor.

  • El miedo da miedo y el amor también nos da miedo, enredados en este bucle sinsentido nos paralizamos y atormentamos, entramos en caos, en desorden y nada funciona.
  • Perdemos la inocencia y la alegría creando una falsa realidad de nosotros mismos.
  • El gran remedio a nuestros males es el Amor y para conectar con él debemos perdonar y perdonarnos, agradecer, respetar y cuidar.
  • Mirarse en el espejo de la vida es una bendición que en ocasiones no sabemos valorar correctamente debido a la falta de amor propio.

…llénate de amor, bendice tu vida, tu sol, tu mañana, la sonrisa de la gente, agradece el presente…

…vamos a vivir sin miedo, vamos a vivir sin culpa, vamos diciendo adiós al rencor, adiós al remordimiento y adiós al dolor, que con esto todo cambia, la vida cambia…

El espejo nos pone delante nuestra realidad, la que hemos escogido, la que hemos creado, y nos enseña a amarla porque es nuestra creación y por tanto nuestra versión de la verdad, sea correcta o no, reconociéndola tomaremos consciencia.

Este es el proceso que hay que nutrir de amor para poner luz y orden en nuestro interior. Desde aquí no hay separación.

Ingrid de Manuel Guasch

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