Habitualmente nos dejamos influenciar más por lo que dicen los demás, que por lo que dice nuestra alma, entonces nos estamos subyugando al servicio de otros, renunciando a nuestro poder, tomando la decisión aunque inconsciente de no escucharnos a nosotros mismos.
Día 4 de la onda de la tormenta.
La comunicación con nuestro espíritu es el lugar dónde reside la respuesta a ¿cómo lo hago para transformar y purificar mi situación?
La energía viento
Nos recuerda que escucharnos a nosotros mismos no siempre es fácil, porque en vez de escuchar muchas veces estamos juzgando de antemano, nos respondemos desde la razón y ésta no tiene todas las respuestas a nuestras preguntas, sólo nos lleva a discursos aprendidos y pautados. Si quieres saber la verdad debes preguntarle a tu espíritu y para ello hay que aprender a escuchar.
El tono 4 Autoexistente
Da forma hoy a la comunicación para que aprendamos cual es la mejor manera de conectar con nuestro interior, acallar la mente puede resultar algo difícil, pero existen técnicas como la meditación que nos pueden ayudar en esta tarea. Así para escucharnos deberemos tomar la decisión firme de tener la mente abierta, de no dudar de lo que nos llega o vemos y estar atentos a los mensajes o señales que nos están dando pistas acerca de hacia donde hay que ir.
La sabiduría que habita en nuestro interior tiene toda la información, ahora bien, ¿realmente quiéres escuchar? Si la respuesta es sí, es momento de actuar transformando ruido mental en escucha activa.
Hoy sé consciente de los discursos y conversaciones que tienes contigo, como te explicas la cosas dependerá del filtro que uses, por eso averigua realmente en que basas tu comunicación interior.
Dramas, quejas, complacencia o te dices la verdad, esta provoca enfado, rabia y hasta sentimiento de culpa, emociones que usas para volver a convencerte y engañarte, no permitas el mensaje a favor de tu ego, no te manipules, porque desde ahí nada transformarás.
Dispones de la energía necesaria para afrontar este proceso si conectas espíritu y corazón.
Decreto:
Yo escucho a mi espíritu, despierto a mi ser para que dirija el rumbo de mi verdadera transformación, yo soy otro tú.