La sincronicidad nos acompaña en cada experiencia vital, nos indica tomar consciencia de experiencias que en un primer momento pueden parecer triviales pero que en el fondo no lo son, porque guardan un conocimiento necesario para nuestra realización.
Día 6 de la onda del Viento.
Decide libremente asociar tu proceso de evolución con la sanación que éste conlleva.
La energía de la mano
Nos ayuda a realizar y a concluir procesos que aún tenemos pendientes, abrazando las experiencias desde el espíritu para que entendamos que detrás de todas ellas, sean buenas o malas, se esconde una lección que tenemos que ser capaces de descifrar para seguir con nuestro proceso de evolución natural. Es momento de sanar.
El tono 6 Rítmico
Nos recuerda que la única influencia positiva viene del amor incondicional, de escuchar lo que dice nuestro espíritu a través del corazón, y para ello debemos estar centrados, por eso hay que aprender a volver al centro, porque es el único espacio donde es posible tomar consciencia de la polaridad emocional y mental por la que nos dejamos llevar.
Actuar desde el corazón sana y nos devuelve el equilibrio que necesitamos para evolucionar.
Actuemos, porque cuando hacemos sanamos, siempre y cuando no nos perdamos en motivos egoístas o en el miedo a fracasar, extremos que desequilibran nuestra energía personal.
Hoy toma consciencia de qué no está bien en tu vida, tu parte enferma que frena tu evolución y drena tu energía en el proceso de transformación, puede que no te sientas con la libertad de hacer cambios, puedes pensar que no te lo mereces o tener miedo de enfrentarte con la situación, porque ya te complace el papel de víctima y el estar atrapado en experiencias pasadas dónde tu ego se siente herido.
Si no puedes expresar lo que sientes bloqueas el chacra garganta, porque allí es donde se aloja el miedo y las emociones reprimidas, así que aquello que temas expresar, será lo que necesites sanar
Decreto:
Yo no me permito ser más víctima, no dejo que lo que otros digan me influencie de manera negativa, actúo en base a mi conocimiento y aprendo a respirar lo que me aporta cada experiencia. Tomo consciencia de la fuerza sanadora o destructiva de la palabra, yo soy otro tú