Buscamos ese espacio donde nos sentíamos protegidos, recordar que nos daba seguridad es el «que», que estás buscando, sólo que no hay que ir fuera, hay que ir hacia adentro.
Día 7 de la onda del dragón. Os acordáis cuando con solo sentir el abrazo de mamá, el dolor si no desaparecía se reducía considerablemente, con solo sentir su presencia nuestro ser rápidamente detectaba ese espacio en el que estábamos a salvo; en sus brazos hemos llorado y pataleado, hemos reído y olvidado las penas, pasando en un segundo de la tristeza a la alegría; los brazos de mama, ese espacio mágico donde todo es posible.
El sello mano nos habla de recordar las experiencias sanadoras y de comprender que fueron así gracias a la delicadeza, atención y paz que surge del verdadero Amor, porque lo único que es capaz de sanar las heridas, aliviar las penas y devolvernos el estado de equilibrio es amar.
Tan importante es esta pauta que nos da el día de hoy, que nosotros lo hemos practicado después con nuestros maridos, mujeres, hijos, amigos… experimentando sentimientos de gratitud y perdón. El tono 7 resonante nos indica que aquello que resuena en una memoria positiva, más consciente o inconsciente no solo es lo que buscamos, sino que también es lo que transmitimos, así nuestra búsqueda se convierte el la propia acción del momento, método que nos ofrece nuestra alma para que nos demos cuenta que lo que la clave para todo es conectarnos con nosotr@s mismos.
Hoy tu experiencia te revela la magia que traes dentro, sólo debes abrazarla como un regalo que sana cuerpo, mente y alma. Transmitimos nuestro sentir, positivo o negativo porque sin eso nos volvemos grises, fríos y deshumanizados, y esperamos la respuesta como quien espera un poco de luz en la oscuridad, el tema es que esa luz está en nuestro interior, pero no confiamos en nuestro poder de auto-sanación. A lo largo del día ve parándote y percibe, conecta con lo que estás viviendo y siente que te pide este momento, el gran error es que te alejas de ti, y por eso sigues tu mente en vez de a tu corazón. Yo recupero mi espacio interior y lo siento sagrado, permito mi sentir como guía, así resueno con lo que cada momento me ofrece, soy otro tu.