Entramos en el camino de las sincronías que nos desvelan como cooperar con el cambio, las señales las tenemos a nuestro alrededor y en nosotros mismos, ya que somos parte de la Naturaleza viva que se transforma para evolucionar.
Navegamos hacia el cambio, con rumbo firme, atendiendo a las sincronías que se van sucediendo a nuestro alrededor, empujados por el viento de nuestro espíritu que nos va susurrando donde debemos virar el timón de nuestro corazón. Dejar que nuestras emociones fluyan, aclara el camino del cambio, permite que las oportunidades florezcan, marcando el tempo de nuestra evolución, cooperando con las experiencias y aprendizajes que nos encontramos a diario.
Seguimos transitando la onda del enlazador, viviendo aquellas situaciones que hay que cambiar con la fuerza de la voluntad y el espíritu. Es momento de plantar y cuidar las nuevas semillas para que florezcan en amor y armonía, sueños hechos realidad. En un mundo como el que vivimos, con tantas maravillas y belleza, no acabamos de confiar en la ayuda que recibimos de las esferas celestes, a veces parecen cuentos de hadas para niños, hablamos de Seres espirituales, Ángeles y Arcángeles, Seres de luz sincronizados con la voluntad de la Verdad y el Amor para guiarnos en nuestro camino hacia el despertar. ¿Qué poca fe la del ser humano?
Hoy la Tierra nos recuerda que somos sus hijos y que como madre nos cuida y guía en este proceso de crecimiento, sincroniza nuestros pasos con amor y paciencia, abre nuestro corazón a la divinidad innata que reside en nosotros, el poder sanador del amor y el respeto, sobre todo hacia uno mismo. Modelo natural que nos sustenta, nos habla de evolucionar, de conectar y enlazar con lo divino y terrestre al unísono, nos lo muestra con una flor, con el vuelo de los pájaros, con la sombra de un árbol y el fluir de los ríos, todo en ella es la experiencia de una vida plena en unidad, perdón y respeto.
La Tierra nos habla en forma de sincronías, nos recuerda que todos somos seres en evolución, que todos tenemos algo que aprender en nuestro camino de vida, que todos somos viajeros del cambio, que todos estamos en el mismo barco, un barco llamado Tierra. La cooperación en estos momentos es algo de extrema necesidad, ya que el «sistema» nos insta a olvidar a que todos somos uno, creando separación, fronteras, creando individualismo, poniéndonos un velo que nos crea una falsa separación. La Tierra es un Organismo vivo, donde todas sus partes actúan en cooperación, cada una de esas partes, se dedica a hacer su parte, para que la suma de todas permita la evolución planetaria.
Con que facilidad olvidamos que somos Tierra, que somos parte del Universo, que fluimos a través de las estrellas en un viaje intergaláctico hacia un nuevo mundo… Nuestra tarea consiste en cooperar desde el corazón, dejando fluir nuestras esencias, para que cooperen en evolucionar nuestra consciencia y elevar nuestra vibración, porque la realidad es que TODOS SOMOS UNO.
Navegando hacia el cambio me doy cuenta que soy Tierra, yo soy otro tú
(Tierra Cristal roja, kin 77)
Espejo Magnético