caminante del cielo

El sello Caminante del Cielo Rojo iguala el camino de la Tierra con el camino Celeste, viviendo a ambos lados para sincronizar el camino Álmico. Es el descubrimiento del potencial ilimitado de la mente como poder creador. Lo que es arriba es abajo, lo que es adentro es afuera.

Explorador, buscador incansable, desafiante, observador, vigilante, aventurero, de mente abierta, viajero en el tiempo y el espacio, abre caminos a experiencias con nuevas posibilidades.

El Espacio

El Cosmos está estructurado en agrupaciones, donde las colectividades mayores contienen a las colectividades menores. La Galaxia contiene al Sistema Solar; el Sistema Solar contiene a la Madre Tierra; la Madre Tierra contiene colectividades animales, vegetales, minerales y humanas.

Así sucesivamente, de lo micro a lo macro o viceversa. El caminante es símbolo del equilibrio entre materia y espíritu, porque sabe que todo es energía y que la diferencia es sólo una percepción.

La conciencia cósmica siente, intuye, escucha, habla y observa. Su expresión es ilimitada. La humanidad ha heredado las cualidades de la conciencia cósmica, pero debe cultivarlas más allá de lo que su organismo le posibilita, iniciando el proceso en el cuerpo físico para desarrollar la consciencia espiritual en su cuerpo energético y así sentir la expansión cósmica en su interior.

La Exploración – La Vigilancia

El caminante es un explorador, un viajero con mucha curiosidad y con un sentimiento muy fuerte de aventura. En su búsqueda se encuentra a si mismo iniciando un viaje hacia el interior, para conectar con el espacio interno y explorar los tesoros de su propia esencia, ya que toma consciencia que lo interno y lo externo son uno. Lo que es dentro es fuera, lo que es arriba es abajo.

Para ello el don de la Vigilancia, el estar alerta para que el caminar y transitar se mantenga conectado al canal central, permitiendo el fluir de la energía Cielo-Tierra para descubrir el sagrado vínculo con la vida que quiere vivir.

Establecer con firmeza los pilares de fuerza que sustentarán nuestro viaje, es necesario para cultivar el conocimiento interno que nos ayudará a volver al hogar cósmico.

Para los Mayas es la Caña clavada en el suelo que se alza vertical hacia el cielo; esta es hueca para llenarse de conocimiento, siendo así puente entre dimensiones. La caña es el bastón del caminante, lo que le ayuda a mantener el balance y equilibrio entre la expresión humana y el ser estelar.

En ese viaje el caminante abre nuevos caminos, sin preocuparle que hay más allá, se centra en andarlos consciente del poder de su mente, que es capaz de conectar con la esencia cielo para desarrollar su trabajo en la tierra y manifestarlo, como el lugar donde convergen la energía terrestre con las energías superiores.

No Limits

La mente abierta, sin trabas, limites ni prejuicios; abierta a la aventura y a la exploración de lo desconocido, generando la ilusión del descubrimiento y las infinitas posibilidades de la vida. Gozar así de la vida significa una aventura diaria, el saber resolver de manera creativa cualquier circunstancia, ya que la mente tiene el poder de crear la realidad que quiere vivir.

Moverse así, activa los poderes secretos que conectan la energía cósmica y telúrica, así es como somos capaces de actos heroicos. Marca el precepto de que todo es posible, porque la verdad es, que los límites los genera la mente debido al miedo a lo desconocido.

La Personalidad Caminante del Cielo

Un Caminante del Cielo despierto es una persona desafiante, siempre explorando y buscando lo nuevo e imposible. Son libres por naturaleza, necesitan espacios amplios para vivir, son curiosos, les gusta viajar, descubrir y estar al aire libre. Luchan por sus principios con obstinación, delicados emocionalmente ansían la paz y la armonía. Sus tendencias profesionales suelen ser la de psicólogos, psiquiatras, terapeutas, investigadores, viajeros, disfrutando de todo más allá del dinero, colaboradores de encuentros solidarios y sin ánimo de lucro.

Son los eternos buscadores, inquietos y ávidos de conocimiento. Inician muchos caminos que suelen recorrer y profundizar hasta el final, o en ocasiones no terminan pero los dejan como puertas abiertas para futuras exploraciones propias o para los demás. Son profundos y nada superficiales, muy sociables, conectan con todo el mundo, así es como saben generarse nuevas posibilidades y oportunidades.

Un Caminante del Cielo dormido se aferra a la supuesta seguridad que le da lo conocido. Tiende a la soledad, al aislamiento y a la auto-exclusión retirándose del mundo. Pueden tener miedo a lo desconocido, los cambios y los desafíos. Se encierran y caen con facilidad en la depresión. No superan sus limitaciones mentales. Exploran y navegan sobre tiempos pasados cosa que los engulle y por eso tienden a separarse de la realidad. No terminan lo que empiezan y les falta constancia. Se vuelven superficiales y anti-sociales. O se preocupan mucho por el mundo material o se pierden en misticismos, en ambos casos desconectan de si mismos.

Un día Caminante del Cielo

La energía de un día caminante del cielo es buena para iniciar un viaje, explorar algo nuevo, ya sea un libro, una película o a uno mismo. Para andar y tomar contacto con la naturaleza. Buen día para liderar aquello que te da miedo, ser firme en tus movimientos y no dudar.

Buen momento para adentrarte en descubrir algo nuevo o diferente, para ello debes actuar de manera más abierta y espontánea, puedes convertir el día en una aventura; salir de las rutinas de siempre. Un día para profundizar en temas que te cuestan y hacer limpieza de pensamientos y emociones que te ofuscan.

Datos técnicos:

  • Sello: Caminante del Cielo
  • Color: Rojo
  • Familia: Familia Señal
  • Elemento: Tierra/Aire
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