In lak’ech / Hala ken (Yo soy otro tú / tú eres otro yo)
Día 1 de la onda del Espejo. Date la posibilidad de vibrar desde la unicidad de la mente, espíritu y corazón.
El sello del espejo nos dice que somos el reflejo de nuestras acciones y palabras, así que todo aquello que no esté en orden se nos presentará a lo largo de este ciclo para que tomemos medidas, es una nueva oportunidad para entrar con la resonancia de nuestro Ser, dónde la verdad unifica nuestras acciones y pensamientos, abriendo un espacio para que haya más verdad en nuestras vidas.
Somos parte del Orden cósmico, seres de luz en busca de la verdad que nos sincronice y nos permita recordar para qué estamos aquí y cuál es nuestra misión. El tono 1 Magnético nos dice que seamos conscientes de la fórmula del dar y el recibir, porque lo que atraes es lo que vibras, a veces no lo vemos en nosotros y por eso los otros juegan el papel de mostrárnoslo.
Sólo la verdad perdura con el tiempo, deja caer las máscaras que no vibran con tu frecuencia.
El Ego es el artista de las máscaras y las proyecciones, atraes lo que sientes y piensas, si miras fuera con empatía, te darás cuenta de que todos y cada uno lidia con sus circunstancias, por eso la actitud y postura más sana es entender la diferencia dentro de la unicidad, así no juzgas ni criticas, adoptas una postura humilde y sensible, la mirada solidaria.
Hoy observa fuera todo aquello que quieras fortalecer dentro de ti y también aquello que quieras cambiar, como el reconocimiento, la confianza, el cariño, la empatía, actitudes poco amorosas, acciones poco respetuosas, etc, usa el poder de la ley de atracción, piensa, siente, comunica y actúa como verdaderamente quieras que los demás te vean y traten.
Yo soy lo que atraigo, mi vibración no solo crea mi vida y mis circunstancias, también se expande hacia los demás. Si todos somos Uno, todo lo que mane de mi vuelve a mí, empiezo a considerar sagrado el decreto, yo soy otro tú.
Hoy es el cumple kin de mi proyecto Espejo Magnético, quiero dar las gracias a todos los seres de luz que me leéis a diario, deseo de todo corazón que mi trabajo sea el espejo donde encontraros para evolucionar a una versión mejor de vosotros mismos.
Gracias por que no hay mayor reconocimiento que verlo reflejado en vuestros comentarios y corazones.
Gracias, gracias, gracias, In lak’ech ( Yo soy otro tú)