Yo soy naturaleza infinita creándose a si misma en cada instante, yo soy otro tú.
Día 4 de la onda del humano
El Águila es un animal fuerte y poderoso, el rey de los cielos. Vive en las alturas, en lugares estratégicos para su supervivencia. Su vuelo majestuoso es manifestación de su belleza y elegancia innatas.
Uno de sus sentidos mas desarrollados es la vista, a muchos kilómetros de distancia del suelo es capaz de ver y detectar a sus presas, baja a Tierra por comida. Rápida, eficaz y ligera, el Águila no se entretiene mucho tiempo en la superficie terrestre, su ventaja… sus alas, su don… la visión.
Hoy es un buen día para observar bien en que nos entretenemos, distraerse en las trampas terrenales y materialistas del ego puede poner en riesgo nuestra supervivencia. Las cadenas que nosotros nos creamos no nos dejan elevarnos, capan nuestras alas perdiendo así el sentimiento de libertad, es entonces que nos sentimos victimas e impotentes, enfadándonos y obsesionándonos con lo que nos pasa.
La mejor manera o forma de que esto nos nos pase es coger perspectiva y actuar más como águilas.
El ser humano, es decir nosotros debemos inspirarnos en la naturaleza, observarla bien porque no pasa nada en nuestra vida al que no le podamos buscar un modelo natural. Así aprendemos y elegimos quien queremos ser y como comportarnos o funcionar en nuestra vida. Para ser libres debemos sentirnos libres.
