Decido libremente vivir con alegría, incorporo la magia en mis decisiones, abro las puertas al fluir y me regalo la experiencia que me aporta la consciencia divina.
Cuando perdemos la espontaneidad, la originalidad, la magia de la creatividad, la alegría de la sonrisa, el humor capaz de deshacer lo serio, etc, es porque una y otra vez repetimos esos patrones aprendidos que hemos construido poco a poco para desenvolvernos dentro de una estructura social y familiar en la que hemos crecido.
La energía del humano
Nos recuerda que a pesar de como sea tu personalidad hay algo que nunca debes perder, tu esencia y corazón; así nos propone trabajar la idea de libertad, porque sin darnos cuenta somos esclavos de las rutinas. Ser libre es sentir que mueves tu vida, decidir en función de lo que consideras mejor para ti y asumir la responsabilidad de las acciones que llevamos a cabo. No se trata de hacerlo bien o mal, se trata de aprender a llevar las riendas de tu vida.
Gestionar nuestras emociones y nuestra mente al unísono no es fácil, pero es importante que poco a poco vayamos adquiriendo consciencia, que a medida que pasan los días nos sintamos más seguros internamente. La sabiduría no se adquiere rápidamente, es el complejo arte de irte observando y rectificando para entender como actúas y te desenvuelves en tu vida.
Hoy es un día para sentir desde donde nos movemos, actuamos con miedo o con amor, por egoísmo o compasión, asumimos los errores o nos culpamos, mostramos enfado o alegría… ser mas conscientes de los patrones nos procura el aprendizaje que necesitamos, el conocimiento de que nos pasa, que falla, que no sabemos gestionar correctamente, porque conocerse es fundamental, es el gran desafío al que nos enfrentamos cada día.
Hoy mi ser me ayuda a madurar y a crecer como humano, reconociendo que no existen fronteras, yo soy otro tú.
