Onda Encantada de la Estrella
Iniciamos hoy la última onda encantada del Tzolkin a manos de la energía de la Estrella, 13 días para explorar los potenciales y debilidades de nuestro mundo interior para despertar nuestra esencia más cósmica.
Igual que las estrellas en el vasto universo, nuestro brillo está supeditado a la fuerza de los elementos que nos componen, pensamientos, emociones y patrones energéticos que nos permiten brillar más o menos en función de nuestras creencias y estados de ánimo.
Nos permitimos brillar cuando nos sentimos seguros y a salvo, nuestra mente colabora plenamente creando estructuras de confianza imposibles de derribar desde el exterior; dejamos de brillar cuando nuestra autoestima falla y nos creemos menos capacitados, nuestras emociones nos superan y quedamos varados en los “no se” por miedo a equivocarnos o a destacar en relación al sistema pre-establecido.
Mente y emoción son los varemos de nuestro brillo interno, o brillamos o dejamos que el brillo del otro nos deslumbre
Cuando le echas una mirada a tu vida y ves que fluye de manera mediocre en función de las estructuras convencionales, en donde lo que prima no es tu capacidad potencial sino dejar morir tu percepción y dones, ¿por qué aceptas?
Nuestro potencial es cosa nuestra, lo expandimos o lo retenemos, tampoco hay más dilema. Retenemos seguramente para pasar desapercibidos, para no tener problemas y/o no tener que enfrentarnos a…; pero en lo más profundo de nosotros sentimos insatisfacción y tenemos ganas de expandirnos, nos gustaría tener éxito, mostrar rebeldía al mundo y prosperar, pero por miedo acabamos viviendo de apariencias e ilusiones.
La energía de la Estrella nos envía un mensaje claro ¿te lo crees o no te lo crees?; si te lo crees tú responsabilidad es brillar, no con ego ni soberbia, no pensando que sabes más ni que eres mejor que nadie, sino con naturalidad, sencillez, humildad y amor. Puede que tu brillo moleste a otros, genere envidias y/o no sea aceptado, ¿y qué?… ¿no es cosa de cada uno ocuparse de lo suyo?
Si no te lo crees, tú mismo apagarás tu propia luz y con ello abrirás la puerta a las sombras y miedos, darás a los demás lo que quieren, se aprovecharan de ti y crearás rutinas grises en tu vida; bueno… es una opción, tu escoges. Solo que entonces serás tú que sentirás envidia, enfado y rabia creando un estado de víctima y tormento interno; sentirás que te roban la vida.
Crear nuestra vida, mostrar la belleza de nuestra esencia, brillar… te sumerge en la dualidad de las apariencias, es el “ser o no ser” de Shakespeare o “Alicia detrás del espejo” de Wilde; las dudas y las preguntas trascendentales siempre están ahí, pero es más fácil que todo esto, dejémonos de filosofar y empecemos a creer en nosotros para sentir que formamos parte de algo maravilloso, nuestras capacidades son reales y es nuestra decisión vivir armónicamente con lo que realmente somos.
Para ello a lo largo de esta trecena es importante que te descubras, como aquel que busca el talento oculto en la multitud, porque empezar a reconocerte es iniciar el camino para lograr lo que quieres en tu vida, conocer tus dones y habilidades es mirarte de manera exitosa y con confianza para permitir que tu brillo interno rompa las barreras del “no se y no puedo” y te muestre de lo que eres capaz. Brillar es cosa tuya…