Onda Encantada de la Estrella
Iniciamos la última onda encantada del Tzolkin, la trecena de la Estrella completando así un ciclo de 260 días donde cerramos un proceso de creación y consciencia. La Estrella es el éxito, el saber brillar sin perder la alegría del corazón y la humildad de mente, sin comparaciones, juicios, dramas, dudas ni tristezas, simplemente porque debemos hacer honor a lo que somos esencialmente… Luz.
Sabernos luz y brillar como es debido, aunque parece fácil decirlo no es fácil reconocerlo, en esta sociedad donde la devaluación y competitividad está a la orden del día, creer en uno mismo, estar convencido de las capacidades y dones personales, es una actitud muy deseada pero poco vista desde el punto de la humildad y la responsabilidad de promoverlo para la mejora personal y el bien común.
… hasta el sol subirás, con tu fe vencerás, por amor siempre brillarás…
Si brillamos mucho generamos envidias y rechazo, si brillamos poco permitimos el abuso y la falta de confianza, entonces… ¿Cómo brillar en la justa medida? Nos preocupamos mucho del mundo exterior, la imagen que damos, como van a sentar nuestras palabras, si herimos al otro… demasiadas cargas que aceptamos por no creernos merecedores de ser nosotros mismos.
En ocasiones ser positivos y felices parece un delito con todo lo que está pasando en el mundo, y es que el éxito personal hay que saber llevarlo para no caer en las trampas estructurales de una sociedad que recompensa la insolidaridad y la falta de ética y moral. Sentir la belleza de la vida en nuestro interior nos sitúa en una posición incómoda, que aunque a simple vista nos de igual, en realidad no es así.
Ceder nuestra alegría para no ofender es una falta grave contra nosotros mismos, claro que no se trata de hacer daño a nadie, pero también debemos entender que gracias a nuestro libre albedrío cada uno de nosotros somos capaces de decidir; las ofensas, envidias, celos y enfados son nuestra elección. Por lo que cuando te sientas brillar no te escondas, expande tu luz para que la vida de otros sea más bella, más bonita; confiar en tu fuerza es un privilegio que hay que potenciar e inocular como un virus en la vida de los demás.
Por lo que a lo largo de estos 13 días hay que ir recuperando la armonía de ser uno mismo, a partir del amor propio y sin vergüenza de mostrarnos en nuestro máximo potencial, no importan las consecuencias en tu mundo externo si hacerlo te aporta salud, integridad, estima y fuerza para transformar y mejorar tu vida, ya que desde este punto de vista sigues una moral honorable de amor, gratitud y humildad.
La lejanía de la estrella se convierte en un sol enorme cuando te acercas, la expresión máxima del brillo interno de nuestra esencia original. Hemos venido a aprender, crecer y evolucionar destacando la mejor versión de nosotros, no hacerlo es una agresión a nuestra persona y una desconexión con nuestra alma.