Onda Encantada del Sol
A veces hay que escarbar un poco más, por debajo de la miseria y la desgracia, detrás de la mentira y la crueldad, y de repente aparecen cosas increíbles…
Iniciamos el ciclo vital del Sol, 13 días para descubrir la luz que irradian las pequeñas cosas de la vida, las experiencias menores que nos hacen sentir grandes como soles. Al calor del fuego, pongo mi alma al servicio de un abrazo sincero, viviendo con alegría la belleza de la vida. Es nuestro el despertar a la consciencia vital de Amar.
Hay vida en el tacto de una mano tendida que forja una nueva alianza, que cura el alma dolorida por la desconfianza, hay vida escondida en un lugar recóndito, donde mujeres y hombres de a pie, te dan su cariño y su fe para así llenar tu estómago…
Recordando cada día las bendiciones recibidas, entendemos que la vida va más allá de los confines del ego, preocupado y receloso de los problemas cotidianos, sentimientos reprimidos y acciones emprendidas con intención de esconderse de las sombras que adolecen el corazón herido.
Hay vida en todo aquel que palia con su ayuda, cada realidad desnuda de los campos en Somalia. Hay vida en rezos puros sin parafernalia, en el olor de la magnolia, en el niño, su afán, su euforia, en la calma del que calla y escucha, en la chispa que prende al valiente que emprende la lucha, en el alba anaranjada que te da los buenos días, en amigos que hablan claro sin hipocresías…
Hablamos de consciencia y permitimos barbaridades, destruimos nuestro entorno y nos separamos de la vida, como si ésta nos fue dada para romper la armonía. Sentimos en nuestro interior la ira, despreciando lo que creemos no está en nuestra sintonía, pero queremos cambiar el mundo reclamando nuestra parcela, no hay peor mentira que no creernos merecedores de ella.
Hay vida en el que logra deshacerse de la culpa, en el que frente a retos difíciles rompe sus límites corriendo con sus prótesis. Hay vida en esa compañía desinteresada, que calma la llaga de un ser que se apaga, en el hombre compasivo que acoge tu mano en los cuidados paliativos, en el trazo que un alma desliza sobre un óleo, en el amor ajeno y pleno que habla de que sentirte dentro son vacaciones sin condiciones…
Nuestra es la decisión de unificarnos, integrar luz y sombra para vivir completos, sin dramas ni pesadillas, que siempre nos ponen la zancadilla; conscientes y serenos con el corazón abierto al camino pleno. Sentir la luz interior despierta la magia que deshace el miedo, a ser estrellas que brillan en el cielo y anclan la luz en las raíces profundas del ser eterno.
La vida es el regalo de estar vivos, es el maestro deseando que te descubras a ti mismo…
Encontrando las palabras en esta poesía improvisada, doy gracias a la vida. Gracias por la oportunidad de sentir cada día, el calor y la energía de los rayos luminosos que desprende toda experiencia, gracias por encontrar el goce escondido y la buena voluntad.
Gracias a los corazones alegres que a pesar del sufrimiento, sienten muy adentro el regalo de compartir el aliento. Conectando con el amor divino, la vida comienza a tener sentido.
Hay vida en el amor, vida en el amor, vida en el amor…