Onda Encantada del Caminante del Cielo
Iniciamos los 13 días del caminante sintiendo como la energía va cambiando a nuestro alrededor, ya que cosas llegan a su fin y otras se gestan para que el ciclo natural de la vida pueda seguir evolucionando y desarrollándose a la par, dentro y fuera de nosotros con la absoluta certeza y sincronía de ser este el momento y no otro, en el que centrar nuestra atención y fuerza.
¿Cuántas veces nos hemos sentido limitados, impotentes o discapacitados delante de una situación?, y ¿qué camino hemos tomado?, ¿qué ruta nos ha ayudado a superar y cambiar lo que vivíamos? Nuestros recursos son ilimitados, aunque nosotros creamos lo contrario, en momentos complejos es especialmente importante hacer memoria de quiénes somos y qué habilidades poseemos, para empezar a utilizar todo ese potencial que en el día a día, no usamos debido a lo distraídos que estamos con todo lo que pasa a nuestro alrededor.
Perdernos en las apariencias de la vida nos aparta de sentirla tal y como deberíamos, engancharnos a banalidades y apegos emocionales nos distrae de lo verdaderamente importante, damos demasiadas vueltas, exageramos nuestros sentimientos y defendemos posturas sinsentido; centrados en el mundo exterior nunca daremos con la solución verdadera, solo seremos capaces de paliar lo que vivimos, solucionarlo temporalmente y respirar durante un pequeño y breve espacio de tiempo, ya que todo lo que no transformemos dentro, vuelve a nuestra vida inevitablemente.
Caminando por la vida comprendí que lo importante, no es saber lo que uno tiene es saber lo que uno vale. Mira hacia arriba, queda camino por andar, toma las riendas… solo es cuestión de caminar.
No nos damos cuenta del potencial interno que poseemos, nos maravillamos con la naturaleza, el poder de los elementos, las extraordinarias habilidades que somos capaces de imaginar y ver a través de libros y películas; pero no creemos que todo eso pueda ser real y cierto en nosotros, la mente no se abre a lo natural pensando que es sobrenatural y por tanto raro, prohibido o peligroso; ¿qué pocas aventuras queremos vivir verdaderamente y qué cómoda necesitamos que sea nuestra vida? y lo que es más triste, ¿qué poco valoramos nuestra capacidad vital de ser y disfrutar del milagro de estar vivos?
A lo largo de estos 13 días el caminante nos propone ir un paso más allá, salir de la zona de comodidad y miedos y aventurarnos a ser capaces de transgredir las normas en pequeñas cosas de la vida. Piensa en todo aquello en lo que te sientes incapaz y prueba a actuar sobre ello, en todo aquello que dices no sabes hacer, actúa; busca a qué le tienes miedo y dale una forma, siente como eres capaz de dominarlo y actúa, no busques excusas, plantéate retos, camina!
Sentir el poder del cosmos en nuestro interior significa sincronizarnos con la naturaleza, sus ciclos y habilidades, significa valorarnos y querernos, significa aprender a disfrutar de la vida sin necesitar nada, entiendo que todo está a aquí para nosotros y que actuando como uno más de la orquesta cósmica, nuestra vida toma sentido y encuentra la armonía y la paz necesarias par andar el camino.
Es momento de andar el camino, caminar aunque no sepamos muy bien hacia donde y sentir que en el propio caminar está la clave para crecer consciente y armónicamente con la vida. Gestar el propio camino requiere atención hacia el Ser divino que somos, disfrutar es el regalo de este movimiento interno que nos ayuda a florecer externamente.
