Onda Encantada de la Mano
Iniciamos los 13 días de la onda de la Mano creando los movimientos que nos ayudan a sanar, porque los cambios que generamos en nuestra vida deben tener sentido más allá de nuestra realidad y experiencia física. Cuando algo se modifica en nuestra vida lo hace holísticamente, sino, no es un cambio real ni verdadero. Por lo que estos días vale la pena poner la atención en si lo que movemos en nuestra realidad es real o no.
Si cambio de manera de actuar, también lo hago de manera de pensar y sentir, la experiencia que vivimos nos descubre un universo nuevo, un brillo diferente que debemos detectar y promover. Creer que esto es posible denota que empezamos a valorarnos y querernos, buenos síntomas que auguran la mejoría en nuestras vidas.
El propósito de la Mano es sanar, para ello es necesario transformar y en ese proceso no siempre nos encontramos cómodos, ya que movilizar nuestras estructuras supone enfrentarnos con lo que no tenemos ganas de hacer, lo que nos da pereza o lo que no estamos dispuestos a hacer, premisas personales sobre temas que nos dan miedo o nos engañamos vilmente, viviendo una mentira que defendemos a capa y espada para no tener que arrodillarnos o reconocer nuestros errores.
Sanar es maravilloso, es una propuesta que nos ilusiona, nos ayuda a ver un futuro mejor y a imaginar todo aquello que en verdad deseamos que ocurra en nuestra vida, pero en la mayoría de los casos nos quedamos con esa ilusión mental y no la llevamos a cabo porque en nuestra realidad física nos supone un esfuerzo que conlleva enfrentarse al dolor y el sufrimiento, dejar de lado el orgullo personal y en cierta manera sentirnos vulnerables, algo que no estamos dispuestos a hacer.
Que poco nos queremos en verdad y que pena no poder reconocerlo. Aprender a verlo como un acto de amor hacia nosotros mismos, es lo que más nos cuesta.
Situados en nuestra realidad, entendemos que somos nosotros los que hemos provocado nuestra situación de vida, la hemos mimado y construido con mucho afán porque queríamos defendernos y aislarnos precisamente de lo que la mano nos propone. Para Sanar de Verdad hay que ser valiente, hay que aprender a trascender el dolor a todos los niveles, debemos dejar de engañarnos y promover las actitudes y soluciones que funcionan, sabiendo que es un proceso temporal que empieza y acaba si realmente estamos dispuestos a experimentarlo con alegría.
Así a lo largo de estos días es importante que primero evaluemos nuestra situación sin mentiras, cuanto más claro lo veamos más fácil será movernos hacia la transformación. Es importante dejar de lado las excusas, las culpas, las actitudes negativas y los dramas que hemos contemplado hasta ahora, ya sabemos cual es el resultado de ese movimiento, por lo que si verdaderamente estamos dispuestos a sanar hay que implicarse cada día e ir aumentando progresivamente nuestra visión y movimiento, desde la alegría y la confianza en nuestro talento.