Onda

Soy Tierra y Evoluciono con Ella

Onda Encantada de la Tierra

Iniciamos la trecena de la energía Tierra inmediatamente después de la semilla, coherencia cíclica tzolkin, ya que para Ser debemos vivir una experiencia terrestre.

Todos sabemos que vivimos en el planeta Tierra, que éste nos sustenta, nos da el espacio para vivir, nos alimenta y nos brinda todos sus recursos para que podamos experimentar la evolución. Sabemos también que nosotros somos Naturaleza y como tal debemos cuidar, respetar y colaborar para que nuestro entorno, nuestra casa natural pueda seguir existiendo sanamente.

Pero todo esto que se supone ya sabemos y conocemos, nos es ajeno en el momento en el que tenemos preocupaciones, dificultades o necesidad de poder. Sucumbir al ego nos desincroniza del Ser Tierra y sin darnos cuenta perdemos esa conexión con la que nacimos, limitando nuestra imagen a una realidad anti-natural y ficticia.

Cuando necesitamos desconectar del mundo que hemos permitido nos atrape vamos a la naturaleza, paseos por el bosque, fin de semana en la montaña, baños en la playa… que ironía e incoherencia, retomamos el contacto con la Naturaleza para limpiar, desestresarnos y desconectar cuando en verdad, vamos a reconectar con lo que somos esencialmente.

Nuestra evolución tiene que ver con adquirir e integrar esta consciencia natural en nosotros y por tanto manifestarla en nuestra vida, para ello debemos verla reflejada en lo que sentimos, pensamos y hacemos, ya que la Naturaleza no es algo externo a nosotros.

Estos días actúa como Tierra, de manera más natural y salvaje, más delicada y sensible, buscando las soluciones más fáciles y sencillas, para sentirte conectad@ en cuerpo, mente y espíritu.

Tenemos por delante 13 días para ser más conscientes de nuestra Esencia Tierra, más cerca o más lejos que estés de un paraje natural no supone un problema si te das cuenta que eres Naturaleza y la Tierra vive en ti.

Tu cuerpo, tu agua, tu aire, tus ciclos, tu lluvia, tus ríos y montañas…, con solo prestar atención los ves y los sientes en tu interior, es tu esencia natural, tus recursos para evolucionar.

Las raíces de los arboles vieron mi nacimiento en el rio.

Vi crecer mi cuerpo y mi compresión.

Obtuve la visión y desde una flor, el gran espíritu me habló.

Todos somos niños salvajes… Inocentes, libres, silvestres.

Todos somos hermanos de los árboles… Hijos de la Tierra.

Solo tenemos que poner en nuestro corazón, una estrella encendida.

Ingrid de Manuel Guasch

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